Cuando formó tu boquita, Dios le añadió una hermosa sonrisa, para que la compartas con el de corazón opacado y triste.
Dios pensó en todo antes de formarte, te regaló dos manos, para que con ellas puedas ayudar al que necesita.
También te puso dos brazos y Dios les agregó mucha fortaleza, para que con ellos puedas sostener a los débiles y cansados, puedas abrazar muy fuerte y dar un poco de calor al que tiene frío.
Cuando Dios formó tu corazón, le añadió mucho amor para que aprendas a amar y a perdonar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario