martes, 7 de diciembre de 2010

Misiones

Conociendo Más de Misiones

Por Elena de Kintner


Si usted quiere orar eficazmente por sus misioneros, es necesario saber todo lo que puede acerca de ellos y su ministerio. Como una persona interesada, usted puede hablar personalmente con sus misioneros cuando visitan a la iglesia. Todos están contentos de contestar sus preguntas y darles peticiones de oración específicas. La visita de un misionero es una oportunidad de oro tenerle en su casa para hospitalidad, sea una comida o una estadía más larga. Todos los misioneros viajan mucho, y aprecian el ofrecimiento de un lugar para descansar. Durante esa visita, usted puede hacerle muchas preguntas:
¿Cuándo y cómo recibió al Señor?
¿Cómo sabía que Dios le estaba llamando a la obra misionera?
Cuénteme sobre su familia y sus necesidades.
¿Cuáles necesidades espirituales tienen los hermanos con quienes trabaja?
¿Cuáles necesidades espirituales tiene personalmente?
¿Cómo ha visto la fidelidad de Dios en su vida y ministerio?
¿Cuáles metas tiene para su familia…su vida…su obra?
¿Cómo puedo orar mejor por usted?
Cuando aprendemos del llamamiento de un misionero, nos anima a buscar la voluntad de Dios para nuestras propias vidas. El testimonio de la fidelidad de Dios en la vida de un misionero aumenta nuestra propia fe también.
Muchos misioneros mandan una carta cada dos meses, más o menos, a sus sustentadores. Por lo general, tales cartas son leídas por el pastor y colocadas en una cartelera mural donde todos pueden verlas. Todos podemos hacer una lista de sus peticiones de oración de las cartas. A veces, pueden pedir a su misionero que le mande una copia personal, o que su pastor le haga una copia de su carta general.
Otra fuente de conocimiento es la lectura de biografías misioneras como de Hudson Taylor o Adoniram Judson. Su pastor puede tener tales libros en su biblioteca, o los puede buscar en una librería cristiana. Hay otros libros de aventuras misioneras como “Portales de Esplendor” por Elizabeth Elliot que pueden abrir su conocimiento de las vidas y luchas que enfrentan los misioneros. Un estudia detenido del libro de Hechos le ayudará a entender las bases de las misiones y sus principios.
Finalmente, quisiera animarles a visitar a sus misioneros. Hay oportunidades cuando una iglesia planea un viaje misionero a visitar a uno de sus misioneros. ¡No pierda tal oportunidad! Si su misionero vive en proximidad a un familiar o amigo que visita, puede planear un día para dar una vuelta a verle también. No hay nada mejor que ver de primera mano a su misionero en acción y los retos que enfrenta.
Ampliar nuestro conocimiento de las misiones es la base de una vida de oración más eficaz, y ¿quién sabe? un llamamiento personal a la obra de Dios.

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